Hablando de publicidad

PRIMERA PROPUESTA

El protector solar mejor valorado del mercado

SINSOL

Elimina manchas y suaviza las arrugas

Una crema que aporta frescura y luminosidad

La mejor manera de mantener la piel joven todo el año es usarlo en tu rutina diaria.

Susana se animó a participar en un estudio de mercado para el lanzamiento de un producto porque, una vez más, andaba a la cuarta pregunta.

 Una amiga que conocía al responsable de Marketing le animó. Pagaban muy bien, era una buena empresa y tan solo tendría que dedicarle tres tardes en un mes. Eso le dijo.

Ella no creía en la publicidad, o mucho peor, trataba de que no le afectara ninguno de los anuncios que proliferaban en calles, medios, internet, redes sociales o sus propias amistades, recomendando marcas cada dos por tres.

Era austera porque no tenía más remedio, aunque lo cierto es que se había criado en un entorno familiar de escasez a causa de una madre adicta a las compras que continuamente dejaba en números rojos las cuentas familiares.

Recuerda que, en sus cumpleaños, nunca había pastel ni velas porque la prioridad era aquella falda de flores o los zapatos de tacón imposibles que nunca tendría ocasión de ponerse esa madre enferma. Digamos que, estaba curada de espanto o espantada de la atracción que el consumo ejerce en algunas personas destrozando la paz familiar.

Y ahora eso. Iba a participar en un estudio para vender más. Y era sobre un protector solar. Lo tenía claro. Que la gente se ponga sombreros, gorras, camisas de manga larga, ropa fresca pero que cubra. No iba a negar ella los efectos nocivos del sol, claro que no, pero de ahí a pensar que todo el mundo tenía que usar un protector diario para protegerse…. Eso era harina de otro costal. ¿Cómo saldría de ésta? ¿Acabaría estropeándolo todo y sin cobrar?

El primer día, se presentaron en la sala diez jóvenes como ella de ambos sexos. Era una sala de reuniones moderna, acristalada, con sillas cómodas y un pequeño espacio dedicado a infusiones y café con algunos platitos de pastas. Estaba todo muy bien preparado.

La responsable de Marketing y su colaborador les dieron toda clase de explicaciones: Objetivos, dinámicas de trabajo, visionado del anuncio, prueba de la crema solar por cada participante y comienzo de la ronda de preguntas y valoraciones, incluido un brainstorming. ¿Qué le pides a un protector solar? ¿qué te animaría comprar éste? ¿consideras importante el cuidado personal? ¿Qué te sugieren las imágenes que hemos seleccionado?

Susana estaba paralizada, sentada con los brazos cruzados, en modo defensivo, escuchando a los demás.  Pasaron dos turnos de palabra sin aportar nada, pero se fue encendiendo conforme sus compañeros iban añadiendo valores positivos al proyecto. Al tercero, estalló.

—¿Cómo saben que esa crema no es perjudicial para las personas? ¿Cuáles son sus componentes? El sol hace mucho por nosotros. ¿Es necesario evitarlo? Y la crema es grasa ¿no resulta desagradable? Además, qué compuestos químicos utiliza, ¿dejan pasar la vitamina D? ¿No deberían someterse a regulación como los medicamentos?, ¿no es un dineral usar el protector cada día? ¿siempre se van a dirigir a las mujeres, las víctimas del consumo cosmético? ¿cuánta gente se lo puede permitir? ¿Y por qué sin sol? Si el sol es vida. Y que dirán los ecologistas. ¿Contamina las aguas? , ¿cómo afecta al medio ambiente? —soltó a borbotones, de manera totalmente intempestiva, conteniendo la emoción de una timidez crónica unida a una agresividad que no reconocía como suya.

El grupo se quedó en silencio. La directora del encuentro encajó la perorata con cierta sorpresa. ¿De donde sale esto?, pensó. Era el momento de realizar un resumen de la sesión. Agradeció a todos sus valiosas aportaciones emplazándoles a la siguiente reunión. Había que darle una vuelta a todo esto. Tenía materia para trabajar en el proyecto.

Susana recogió su carpeta, su bolso y se levantó pensando que ahí se acababa su participación en el trabajo. Sintió un escalofrío, comohh si alguien en esa sala majestuosa hubiera abierto las ventanas y el aire fresco de abril lo hubiera invadido todo. Se despidió apenas con un murmullo, pensando que pronto dejarían de  llamarla.

El colaborador de la directora consideró que Susana era un peligro para avanzar, pero ella le contestó: “No seas ridículo. Si puede poner tantas pegas también podrá proponer soluciones, aunque nos cueste mas. Hay un mercado que huye de productos de dudosa eficacia para la salud. Contrátala, tiene pasión.”

En la siguiente reunión se presentó una nueva propuesta al grupo. Esperaba impaciente las objeciones para trabajar en el proyecto final. Había que mejorar, seguro que algo se podría mejorar. Tenía que ser un buen producto y un mejor lanzamiento.

SEGUNDA PROPUESTA

El protector solar que cuida tu salud. Ecológico

ALSOL

Protégete de los efectos nocivos de una exposición prolongada al sol.

El sol es beneficioso, pero en pequeñas dosis. Aplica el protector solar cuando la exposición vaya a ser prolongada.

Cuida tu salud y la de toda tu familia.

ALSOL es una crema que se absorbe sin dejar rastros de grasa, de tacto agradable y efecto hidratante

Sin químicos, totalmente natural, protege el medio ambiente utilizando filtros minerales, mantecas y aceite.

Deja un comentario

Web construida con WordPress.com.

Subir ↑

Calle del Orco

Blog de Literatura. Grandes encuentros

Blog para escritores

Un blog para escritores con reseñas, consejos, noticias, libros, premios